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jueves, 27 de agosto de 2015

Lubinas del Guadalquivir y marisco de los Sotos de la Albolafia



"Se ennoblece al sur con el gran Betis, Río famoso que corre a su lado y excusa muchas veces la carencia de peces marinos proporcionando a los ciudadanos excelentes peces". ¿"Excelentes peces"  los barbos y carpas al paladar? Muy "cordobita" parece el autor de estas palabras, escritas en el siglo XV. O no, porque hasta las primeras décadas del siglo pasado nuestro río presentaba una variedad piscícola hoy desconocida, incluyendo algunas de gran valor gastronómico.

Luis María Ramírez de las Casas-Deza describe así en 1867 la ictiofauna del término municipal de Córdoba: "En el río Guadalquivir se crían barbos, tencas, sabogas, anguilas, albures, y en las grandes avenidas suben del mar el sábalo y el sollo". Años antes Pascual  Madoz relata "Produce este río pesca abundantísima de sábalos, sabogas, barbos, albures, róbalos, anguilas y algunas lampreas: en primavera y verano sollos muy grandes que suben del mar".

El sollo es el esturión (Acipenser sturio), el pez del que se obtiene el caviar. Hasta 1970 hubo en Coria del Río una fábrica de enlatado de este producto. El esturión  realiza la fresa en los ríos y pasa gran parte de su vida en el mar (anódromo), era el pez más grande del Guadalquivir, algunos ejemplares alcanzaban los 3,5 metros.
El sábalo (Alosa alosa) y la saboga (Alosa fallax) también anódromos eran, después del esturión, los peces más apreciados.
El albur (posiblemente se trate de la Liza ramada aunque tampoco puede descartarse el Mugil cephalus). Las lisas son peces que se reproducen en el mar aunque remonta los ríos para alimentarse.
La anguila (Anguilla anguilla) es un pez en forma de serpiente con una biología muy curiosa, pasa gran parte de su vida en los ríos y una vez que ha alcanzado la edad adulta se dirige al mar de los Sargazos donde se reproducen a grandes profundidades. Los alevines de las anguilas son las angulas.
El róbalo es la lubina (Dicetrarchus labrax) un pez marino que suele frecuentar los estuarios, aunque a veces los remonta a las zonas de agua dulce. Sorprende su presencia en Córdoba, a varios cientos de kilómetros de la desembocadura, pero a parte de Mardoz varios documentos bajomedievales acreditan capturas en varias pesquerías de la provincia. Llama la atención que Ramírez de la Casas-Deza ya no lo cite, tal vez ya en el siglo XIX los róbalos dejaron de frecuentar este tramo del Guadalquivir.
La lamprea, no confundir con la colmilleja (Cobitis paludica), es un pez que se alimenta succionando la sangre de otros peces con su boca en forma de ventosa. A Córdoba pudieron llegar dos especies una la lamprea de río (Lampreta fluviatilis) y la lamprea marina (Petromyzon marinus), ambas se reproducen en los ríos y pasan una parte de su vida en el mar.

Todos las especies arriba citadas son pasado para nuestra ciudad y con ellas se han perdido no sólo una parte del patrimonio natural de la provincia y un recurso económico sino también una parte del patrimonio cultural: técnicas de pesca, regulación comercial e incluso algunos dichos andaluces como "Gordo como un sollo" carecen ya de significado. Lo más grave es que no sólo ya no existen en Córdoba sino que el esturión y la lamprea de río están extinguidos en la Península Ibérica, ya no hay sábalos en todo el Guadalquivir; y la anguila y los otros peces está desapareciendo a pasos agigantados... Las causas: embalses que impide el movimiento de los peces migratorios, la contaminación de las aguas, la introducción de peces exóticos, etc. Lamentablemente no hay ningún atisbo de querer recuperar realmente la ictiofauna del Guadalquivir, todo lo contrario el proyecto de dragado de su estuario amenaza a la rica fauna de su desembocadura a costa, incluso, de asestar un duro golpe a un buen número de especies comerciales que pasan allí una fase de su desarrollo. Ausentes están también estos animales de la mayoría de las reivindicaciones del movimiento ecologista, son todavía pocas las voces que se oyen en defensa de su conservación1.

 ¿Y el marisco de los Sotos de la Albolafia? Camarones de río (tal vez la especie sea el Palaemon longirostris)  un crustáceo que llega a alcanzar los siete centímetros. Había una pesquería de camarones en una isla de los Sotos de la Albolafia frente al Alcázar. El consumo de estos camarones estaba muy extendido preparándose tanto cocidos como fritos en aceite de oliva, así atestiguado en algunos tratados de cocina Andalusíes2.

1. Muy interesante e imprescindible la labor que realiza el Grupo de Investigación Aphanius, en especial su libroe "DISTRIBUCIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LOS PECES DULCEACUÍCOLAS DEL RÍO GUADALQUIVIR".

2. Gran parte del contenido de la entrada está extraído del artículo LA PESCA FLUVIAL Y EL CONSUMO DE PESCADO EN CÓRDOBA (1450-1525) de Pilar Hernández, Iñigo cuya lectura recomiendo, en el que podrá encontrar cuestiones tan interesantes como las técnicas de pesca usadas, las normas que se dictaban para no agotar este recurso y medidas para garantizar que el consumo de los mejores pescados no fueran privativos de las clases ricas "...mientras que el sábalo quedó puesto por el concejo en 1493 en 18 mrs. la libra y no a más —como pedían continuamente los pescadores y merchantes— porque en tal caso sería "vianda de hombres ricos y no del pueblo común si se creciera el precio".

3. El blog Con Ojos de Pez tiene una entrada donde localización actual de las pesquerías medievales

* El grabado que preside la entrada es de T. Higham está basado en un dibujo que David Roberts realizó en su visita a España en 1832-3.

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