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jueves, 5 de enero de 2023

Vertidos, toallitas y avetorillos

Algo se hizo mal, o muy mal, bien cuando se construyó el Balcón del Guadalquivir o el colector que recoge las aguas pluviales que recorre de Levante al Balcón del Guadalquivir. El caso es que cada vez que caen cuatro gotas, y no exagero, el colector de aguas residuales que atraviesa la zona entra en carga y vierte al río litros y litros de aguas fecales, acompañadas con muchos residuos inorgánicos, sobre todo toallitas, muchas toallitas.

Llevamos muchos años, desde la Plataforma por un Río Vivo, denunciando este hecho. Reuniéndonos con responsables municipales, técnicos, gerentes de EMACSA, señalando este problema... Sorprendente que en muchas ocasiones nuestros interlocutores ignoraban este problema, otras lo negaban o señalaban que se solucionaría con el proyecto de canalización de los arroyos de la sierra. Solo recientemente, no mucho más de 5 años, se empezó a hablar de la construcción de un tanque de tormentas para dar solución a este problema. Mientras tanto se han vertidos toneladas y toneladas de residuos, cuyo impacto es difícil de evaluar.

Una de las especies afectadas es el avetorillo común (Ixobrychus minutus). Cuando el avetorillo  intenta capturar una presa que se mueve entre las toallitas, con frecuencia, éstas quedan enredadas en su aserrado pico. Si la toallita termina envolviendo el pico o queda enganchada en alguna rama, el animal terminará muriendo.

El avetorillo de la imagen que introduce esta entrada ha sido fotografiado recientemente por "Fali" en el Balcón del Guadalquivir, como se puede observar lleva un trozo de toallita colgada en el pico, aunque parece que no le impide, por ahora, alimentarse.

Esperemos que las obras del tanque de tormentas proyectas en esta zona se realicen cuanto antes y, que sobre todo, sirva para poner solución a este grave problema.

Por otra, parte desde la UE deberían plantearse muy seriamente suprimir la comercialización de toallitas desechables fabricadas con fibras que ocasionen este tipo de problemas.


 

Restos de toallitas depositados en los Sotos de la Albolafia con la última crecida (foto de Juan Manuel Sánchez)

sábado, 2 de abril de 2022

Diferencia entre las barras de sedimentos entre 2021 y 1930

 

Hemos sobrepuesto los sedimentos que se aprecian en la foto aérea de 1930 sobre la imagen del satélite actual. Éste es el resultado.


domingo, 20 de marzo de 2022

Las Islas de los Sotos de la Albolafia

 


 ¿Son las islas de los Sotos de la Albolafia consecuencia de la construcción del puente de San Rafael?, como se ha indicado recientemente en algunos medios. O, por contra, ¿estas acumulaciones de sedimentos han formado parte “desde siempre” del paisaje del río Guadalquivir a su paso por la ciudad?. Basta realizar un recorrido histórico por escritos, pinturas y fotografías para comprobar que, al menos, hay islas desde la Baja Edad Media.

Empecemos por la obra “Descriptio Cordobae” redactado por un tal Jerónimo en la primera mitad del siglo XV. “La arboleda de la ribera y los cañaverales húmedos de la azuda, el junco, la caña y el palomo crecen con tal lozanía bañados con tanto verdor que hacen venir desde remotos lugares innumerables bandadas de aves lacustres para disfrutar de su amenidad”.


El siguiente documento es la pintura Anton Van de Wyngaerde en 1567, este autor refleja varios islotes en lo que hoy son los Sotos de la Albolafia: el más extenso, el que hay entre el molino de la Albolafia y el de Pápalo; otro en la cabecera del molino de Pápalo, uno pequeño, aguas arriba, entre los molinos de la Albolafia y Pápalo; y otro pequeño lindando con el puente Romano, aguas arriba del puente. Nótese también que el caudal principal del río circula entre el molino de Enmedio y el de Pápalo.

 

La siguiente imagen es del siglo La pintura de 1617 viene a coincidir con la de Wyngaerde, salvo la ausencia de las islas que lindan con el puente Romano.


 

Guesdon en 1860, pintura que preside esta entrada, vuelve a dibujar una isla entre los molinos de la Albolafia y Pápalo y, otra, aguas abajo del molino de Enmedio.

En cuanto a los planos, empecemos por el de los Franceses" (1811), continuemos con planos de  Montis (1851), el de Guichot (1910), el de la Junta Provincial de Turismo (1950). Todos coinciden con un gran islote entre el molinos de la Albolafia y Pápalo. Otros islotes no están siempre representados, bien porque por su tamaño no se consideraran relevantes, bien porque estos podían "desaparecer" con las labores de mantenimiento de las azudas o para usarlos como material de construcción.


 


La siguiente foto aérea de 1930 bien pudiera expresar la fisionomía que tuvo los Sotos de la Albolafia al menos desde el siglo XV (sin considerar la vegetación).


 

¿Qué ocurre posteriormente?. Ocurre que en la década de los sesenta se quitó gran parte de los sedimentos, con el objetivo de utilizar este material para la construcción del paseo y murallón de la av. Fray Albino (quizás también porque en ese periodo consideran las dragados como una acción para evitar las inundaciones). De esta forma, a partir de los años 70 del pasado siglo somos testigos del deposito de sedimentos, a golpe de crecida. En parte coincidiendo en aquellos lugares donde fueron eliminados. Con todo, parece que en los Sotos de la Albolafia hay una extensión superior de los sedimientos de los que hubo tradicionalmente.

Recién construida la Avd. del Alcázar y el cucharon en el río. Artículo Paco Muñoz

1965. Artículo Paco Muñoz

Mapa del gobierno soviético, 1975

1997-2001 (ING)


2021Google Earth

Fuentes:

Planos de la ciudad de Córdoba. A desalambrar. http://adesalambrar.com/index.php/cartografia/77-cartografia/cartografia/3126-planos-de-la-ciudad-de-cordoba

Sobre la vegetación del río Guadalquivir a su paso por Córdoba de Paco Muñoz. https://paradigmamedia.org/sobre-la-vegetacion-del-rio-guadalquivir-a-su-paso-por-cordoba/.

https://cabraenelrecuerdo.com/

https://www.pinterest.es/

jueves, 3 de febrero de 2022

Pagaza finlandesa

 

Hay aves a las que le tengo un cariño especial, una de ellas es la pagaza piquirroja (Hydropogne caspia). Este vínculo se remonta a la primera vez que la vimos, el 2 de noviembre de 1984, un grupo de 4 pagazas sobrevolaron nuestras cabezas en las marismas del Odiel1. Para nosotros aquello fue un avistamiento extraordinario ya que según nuestra guía era una especie prácticamente ausente de Europa. Un mapa en blanco, solo tintado de magenta en las costas del los mares Báltico, Negro y Caspio (cómo no) y en amarillo la costas griegas y andaluzas. La pagaza piquirroja puso la guinda a una memorable excursión que empezó por el arroyo del Valle, continuó por los Picos de Aroche, Marismas del Odiel y costa de Mazagón: y finalizó en Doñana.

Según el Atlas de las Aves de España en Invierno en España, la pagaza piquirroja es un invernante poco común pero regular. La mayoría de los ejemplares se concentran en la Bahía de Cádiz y, en menor medida, en la costa onuvense, desembocadura del río Guadalquivir y en el Delta del Ebro, donde llegó a reproducirse. En la provincia de Córdoba hay muy pocos registros, un ejemplar volando en río el Guadajoz2 en la Campiña de Córdoba, cuatro ejemplares en el embalse de Sierra Boyera3, dos en el río Guadalquivir a su paso por la ciudad4 y las que actualmente se están observando. Hasta ahora los registros coincidían con los pasos primaverales pero los de este año corresponden con ejemplares invernantes cuya estancia entre nosotros se remonta al menos al 14 de enero de 2022.

Gracias a las recuperaciones de pagazas anilladas sabemos que los ejemplares que se observan en la península ibérica proceden del mar Báltico. Las pagazas cordobesas no han querido apartarse del patrón. El 12 de abril de 2021 pasado logramos leer los códigos de la anilla que portaba una de las aves5 y, por ello, sabemos que dicho ejemplar nació en 2018 en las proximidades de Märpiö (Finlandia) en el golfo de Botnia y después de observarse en el Balcón de Guadalquivir voló hasta Kaskinen, muy cerca de su lugar de nacimiento y a 3250 km de nuestra ciudad.

Al menos tres ejemplares estamos observando en el tramo urbano del río Guadalquivir y uno de ellos porta una anilla. Pendientes estamos si es el mismo ejemplar que el observado en 2021.

1  Los observadores fueron: Manolo Cazallo, Rafa Afán, Jose Luis Montoro, Julio Gómez y Diego Peinazo.

2 Pedro Requena. 18/06/206. Fuente eBird.

3 José Antonio Márquez. 05/10/19. Fuente eBird.

4 Rafael Cabello. 12/04/21

5 Fotografía de Aurora Pérez y David Sánchez.

Fotografías de Juan Manuel Sánchez