> Río Vivo: Autillo (Otus scops)
Mostrando entradas con la etiqueta Autillo (Otus scops). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Autillo (Otus scops). Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de abril de 2014

Cornejita mía



Cornejita mía, le decía un abuelo a su nieta...¡Vaya comparación! Y no es que tenga nada en contra de los córvidos, todo lo contrario, pero comparar una niña con una corneja tiene tela. Y, sin embargo, el abuelo tiene razón porque por aquí le llaman corneja al autillo. Y un pequeño búho, sí se parece mucho a un niño, a un niño o a una niña que mira con sorpresa al mundo que tiene delante.

Y, un autillo, se paró a finales del invierno en la rama de un álamo al que todavía no le habían crecido las hojas y durante un par de semanas me lo encontraba cada mañana camino del trabajo. Lo miraba un poquito, intentando que no se diera cuenta de que lo había descubierto para que al día siguiente pudiera seguir estando allí. Llevo días sin verlo, pero estar, está; de vez en cuando lo sigo escuchando.

Nunca lo había visto tan bien porque, como buen ave nocturna, pasa el día oculto oculto entre la maleza. Todavía quedan autillos en nuestra ciudad, aunque cada vez menos a igual que pasa en otras ciudades. Los venenos, mal llamamos productos fitosanitarios, están acabando con ellos, están corriendo la misma suerte que golondrinas, gorriones, jilgueros, etc. Aves que desde que empezamos a cultivar la tierra se acercaron a nosotros y de las que cada día quedan menos. Dice la SEO que se ha perdido un 30% de golondrinas en lo que llevamos de siglo.

El autillo es la rapaz nocturna pequeñita la más pequeña de la Península, le encanta los invertebrados, aunque también puede capturar algún que otro murciélago al vuelo. Muchos pasan el invierno en el África subsahariana cuando los insectos escasean en el continente europeo.


Hay un Decreto con el que se pretende hacer un uso sostenible de los plaguicidas y en el que en concreto se señala que "en los espacios utilizados por grupos vulnerables: Los jardines existentes en los recintos o en las inmediaciones de colegios y guarderías infantiles, campos de juegos infantiles y centros de asistencia sanitaria, incluidas las residencias para anciano.. ..la autoridad competente velará porque se minimice o prohíba el uso de plaguicidas". De cumplirse esta norma estaremos ante una buena noticia para los niños y, también, para los autillos.

lunes, 11 de marzo de 2013

Nocturnas



Las rapaces nocturnas son difíciles de ver, nuestros ojos no son lo suficientemente grandes y los fotorreceptores de nuestra retina que están preparados para actuar con poca luz (bastones) no son lo suficientemente potentes. Por este motivo lechuzas, mochuelos, autillos, cárabos, búho chicos, búhos campestres y búhos reales, todos ellos citados alguna vez en el río, son difíciles de observar.

Pero cuando falla la vista ahí está el oído, y son tres las formas que por medio de este sentido tenemos para detectar búhos y parientes:
 La primera es realizando escuchas nocturnas, una vez aprendido el reclamo característico de cada especie. La Asociación de Educación Ambiental El Bosque Animado viene organizando anualmente La noche del cárabo un paseíto en la oscuridad para oír a los estrigiformes que merodean por aquí.
También el oído nos sirve para encontrar a las rapaces nocturnas a plena luz del día, porque las aves cuando las descubren les montan el pollo. Así hallamos a un autillo a mediados de febrero. La pobre corneja, como también se le conoce en Andalucía, tuvo que aguantar el vocerío de mirlos, carboneros, herrerillos, mitos y gorriones, menos mal que no se dieron cuenta las grajillas o si no la cosa hubiera sido más seria. El animal aguantó bien el chaparrón y permaneció inmóvil, casi invisible, en medio de las ramas de un álamo.
Búho chico (Asio otus)
Y la tercera forma, es mediante el testimonio de los trasnochadores. Mientras la mayoría de los mortales dormimos, hay gente, sobre todo joven, que le gusta la luz de la luna. Algunos de ellos, entre risas y besos, se fijan en otros compañeros de oscuridad. Así mi amigo Joni, el autor de estas fotos, me contó historias de búhos chicos que vuelan persiguiendo gorriones por el Sector Sur. De lo que se deduce que no sólo Dios ayuda a quien madruga...