Increíble, tres malvasías,
dos machos y una hembra nadan tranquilamente cerca de Molino de
Martos. Increible que este pato, al que le gusta las lagunas
con vegetación acuática y abundantes invertebrados, haya hecho una
parada en el río Guadalquir, en mitad de la ciudad. Increíble el
avistamiento pero más increible es que la malvasía cabeciblanca siga formando parte
del patrimonio natural andaluz.
Muy poquitas, muy poquitas
malvasías quedaban a finales de los setenta, 22 ejemplares.
Recuerdo que mi hermano me pasó un artículo de periódico, quizás
El País, que trataba de un pájaro que sólo había en Córdoba, en concreto en la laguna de Zoñar.
Un grupo de personas reaccionaron y crearon la Asociación Amigos de la Malvasía, a la que nos apuntamos gran parte de nuestra
pandilla. Algunos de sus fundadores daban clases en institutos de la
zona, Amparo León en el Blas Infante y José Luis Moya
en el de Formación Profesional Fuensanta. Estos profesores
junto a José Antonio Torres Esquivias, Rafael Arenas, José María
Ayala, entre otros, realizaron mediante la Asociación una intensa
labor en un momento donde la conservación de la fauna estaba en
pañales. Recuerdo uno de los boletines de la Asociación en el que
denunciaban la muerte de dos malvasías en una cacería
de patos autorizada en Amarga. Esta presión ciudadana y una
nueva mentalidad en las administracione salvaron a la malvasía de la
extinción. Actualmente su población se estima en 2000 ejemplares,
un número demasiado bajo para bajar la guardia.
La malvasía formaba parte
de nuestras conversaciones, al igual que lo hacían otros temas más
propios de nuestra edad y ambiente. Ni que decir tiene que nos
moríamos de ganas por ver a la susodicha y algunos del grupo
tuvieron la suerte de acompañar a responsables de la asociación en
uno de los censos periódicos que realizaban en las lagunas del sur de
Córdoba, bien que nos restregaron lo cerquita que la vieron con el
telescopio. Pero como no
hay mal que cien años dure una mañana de diciembre el padre de
Alfonso nos montó en su coche y nos llevó de visita a las lagunas. Pasamos la vía del tren... y ante nuestros
ojos cientos de patos, entre ellos las deseadas malvasías. Acabamos
la jornada tomándonos un vinito... Todavía la conservación de la
fauna estaba en pañales y un chaval de 15 años estaba autorizado
para tomarse un mediecito al acabar la jornada.
Afortunadamente conservo los cuadernos de campo de todos los que ese día visitamos la laguna. Ahí los dejo.
Afortunadamente conservo los cuadernos de campo de todos los que ese día visitamos la laguna. Ahí los dejo.
José Luis Montoro |
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Alfonso Arroyo |
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Alfonso Arrroyo |
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Manolo Cazallo |
Manolo Cazallo |
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Manolo Cazallo |
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Diego Peinazo |
Diego Peinazo |
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