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domingo, 15 de enero de 2017

No te lo perdonaré jamás, Amparo. Jamás




Lo tenía planeado y hasta ahora todo había salido a pedir de boca. La Bandolera en Cuatro Fases, el Monster Energy clandestino camino al baño y su aceptación para contemplar las estrellas a las orillas del río.

Cruzando el puente de Miraflores, el frescor de la noche hizo que su cuerpo se pegara al mío. Susurré, imperceptiblemente, algunas de las estrofas de La Gota de Rocío: "Me dijo tengo frío, acércame calor, y fui con tanto brío que encendí su corazón". Trabajando el subconsciente...

Los de Meteofreak me informaron que esa noche no habría niebla. –Un potente anticiclón impide la entrada de aire húmedo al sur peninsular– aseguraron.

El banco desocupado... ¡perfecto!. Cada una de las estrellas, constelaciones y objetos celestes visibles a esa hora y en esa latitud estaban memorizadas. Tenía claro que no podía aburrirla con cúmulos globulares, cúmulos abiertos o estrellas dobles... aunque siempre hay que estar preparado por si surge la duda. Mi estrategia era otra: mirar el cielo, buscar que el universo nos sobrecogiera, nos invitara a sentirnos pequeños y necesitados de compañía. En el preciso momento señalaría el Triángulo del Verano: Vega, Deneb y Altair . "Vega y Altair son dos amantes separados por un río, La Vía Lactea", "¿Cómo?", "Sí, cuenta una leyenda Japonesa que Orihimi, Vega en nuestra cultura, y Hikoboshi se enamoraron, tal fue la pasión del uno por el otros que descuidaron las tareas que el rey del Cielo, Tentei, les tenía encomendadas. Así que Tentei los castigó interponiendo entre ellos el río Amanogawa. Le suplicaron que les indultaran de tan terrible tormento pero solo cedió en facilitar un encuentro una vez al año" "Y ¿qué día es?", "El séptimo día del séptimo mes... pero siento que hoy volverán a unirse". Ensayado una y mil veces, el tono adecuado, las pausas, la perfecta pronunciación japonesa...

Llegó el momento del desenlace, respiré suavemente, alcé la cabeza. Mis ojos como platos no lograron ver ni al mismísimo Venus que estaba en su máximo esplendor. Una luz pálida nublaba el firmamento, resplandor de los magníficos focos que iluminan al barquito de colores, y a gran parte del Distrito Sur.

-Las ratas de agua no son de misma familia que las ratas de alcantarilla, las de agua están emparentadas con los topillos y las ratas pardas y grises con las ratas ratas. Con las ratas de agua se preparaba la paella valenciana y son las que cazaban y comían en el libro de Las Ratas, de Delibes. Las ratas...

-Diego, me estoy helando, tengo sueño, me voy a dormir. Vale chiqui- Interrumpiendo mi improvisada conversación.

Fuera bromas, creo que el Ayuntamiento de Córdoba, pionero en redactar una ordenanza para proteger el cielo nocturno, debe poner más atención en la iluminación de espacios como éste. De nada sirve usar farolas diseñadas para no proyectar luz hacia arriba, como las que hay en Miraflores, si los focos que se usan para iluminar los juegos infantiles las hacen inútiles.

Como sugerencia, al menos, debería programarse su apagado a partir de una hora donde los juegos infantiles ya no se usan.

También me gustaría advertir que son habituales las eclosiones de efémeras en los meses de verano, Los focos sobre los juegos harán que estos inofensivos animales acudan en gran número a los juegos infantiles con la consiguiente alarma de los padres.

4 comentarios:

Carpinteria Urban dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

No te lo perdonaré jamás Amparo. Con tanta luz ya no vemos las estrellas, esas que veíamos cuando nos pegamos una ostia en el suelo por no tener iluminación. Amparo no te lo perdonaré jamás, ya no podré ir a defecar tranquilamente al río. Una pena que el Ayuntamiento ilumine espacios públicos para que sean usados por todos, evitando accidentes que supondrían una gravísima negligencia por parte del Ayuntamiento al tener las farolas apagadas o una iluminación insuficiente. Amparo no te lo perdonaré jamás por hacer bien tu trabajo, ya no podré criticarte en mi círculo ni en mi Asamblea de Gallemitas.

Diego Peinazo dijo...

Estimado Pedro, Amparo es una mágnifica persona y concejala, con la que comparto gran parte de su visión del mundo. Mi entrada tiene un tono de broma porque considero que lo fundamental, lo importante, es la lucha social en favor de la igualdad y contra la explotación, y ahí estamos juntos. Lo demás son cuestiones menores. En segundo lugar es una crítica porque viene bien las críticas, el peligro son las palmaditas en el hombro. Si lees la entrada te darás cuenta que hago una sugerencia perfectamente asumible, que esos focos se apaguen a partir de una hora (aunque considero que están mal diseñados, creo que se puede tener el mismo efecto si fueran más bajos y proyectando la luz en angulo recto respecto al suelo en vez de oblicuo). Creo que además tiene mayor responsabilidad quien diseñó y puso los focos. Y, Pedro, ya que aplaudimos a Iquierda Unida cuando aprobó una ordenanza de Protección de Cielo Nocturno se puede criticar cuando creemos que la incumple. O la militancia solo está para hacer la ola...

Manolo Trujillo dijo...

Yo soy de los que he venido reclamando el alumbrado para poder disfrutar del parque, el mejor de Córdoba, en especial en verano, época en la que es imposible disfrutarlo durante el día. Por tanto aplaudo la intervención, y si ha sido promovida por Amparo, pues le aplaudo a ella. Estoy de acuerdo con que se podrían apagar a partir de cierta hora, sugerencia que seguramente recogerán, y como aún no he ido, no puedo evaluar si la iluminación es acertada, aunque por supuesto siempre debería controlarse la contaminación lumínica lo más posible.