> Río Vivo: ¡Vuela alto, chiquitín!

martes, 20 de septiembre de 2016

¡Vuela alto, chiquitín!


"Juntáronse un día los pájaros para elegir su rey y de común acuerdo resolvieron que sería quien subiese volando más alto. Púsose presto sobre el águila el txepetxa y cansados todos los otros descendieron a tierra. El águila, que no viera ninguno ya en el aire, creyó haber vencido y bajó. Sólo quedó en las alturas el txepetxa, que fue proclamado."
Literatura Popular del País Vasco de Resurrección María de Azkua

Los darwinistas sociales se tiran de los pelos cada vez que escuchan cuentecitos como éste, relatos que ponen en cuestión su máxima de la "supervivencia del más fuerte". ¡Imposible!, ¡imposible que triunfe lo débil, lo diminuto, lo pequeño...!, ¡eso va contranatura! Y, sin embargo, en la naturaleza tenemos muchos, muchos ejemplos de animales que triunfaron por la vía del decrecimiento. Tal vez, el txepetxa evolucionó hacia lo pequeño para  escapar de depredadores, como el gavilán, que preferirían presas más suculentas. Lo cierto que txepetxa, carrizo, ratilla, castañita, perdicilla, cascañeta, cuquito1 o el oficial chochín (Troglodytes troglodytes) mide apenas 10 cm de punta a punta, un pelín más grande que los reyezuelos (Regulus ssp.), las aves más diminutas de nuestra fauna.

Lo mismo que evolucionan los seres vivos, el lenguaje y las palabras al ser parte de nuestro estar vivo evolucionan, cambian, se adaptan... incluso convergen en el devenir, al igual que lo hacen golondrinas y vencejos. A veces, un término triunfa por puro azar, otras se extingue por su no adapción a los nuevos contextos o como consecuencia de unas normas que salvan unas palabras y condenan a otras. En 1954 Francisco Bernis público la primera lista "oficial" de nombres castellanos, los nombres elegidos fueron fruto de la investigación ue el autor hizo de los nombres vernáculos de las aves. Pudo nombrar al Troglodytes con muchos términos pero eligió uno, chochín, basado en el Nomenclator de Rojas. Chochín o chorchín diminutivo de chocha o chorcha perdíz. Y a su vez chorcha sería la forma que onomatopeyiza el grito que emite la agachadiza común, ave con la que está emparentada. Desconozco el porqué optó por ese nombre, quizás por ser un hombre del norte y estuviera familiarizado con la chocha perdiz y todavía no estuviera muy extendido el uso que en masculino le damos a esa palabra en el sur. En 1994 Bernis propuso cambiar el nombre oficial al chochín por el de carriza2 pero esta vez no le hicieron mucho caso porque en la SEO eran conocedores del fuerte arraigo que chochín tiene en nuestros corazones, no quisieron provocar una rebelión.

Hace dos veranos vi un chochín en el Jardín Botánico, la primera cita en el tramo urbano del Guadalquivir, afortunadamente no fue una observación puntual, varios ejemplares se han establecido y crían allí. Hay indicios de que se está expandiendo por el Río Grande a la vez que se extiende el bosque de ribera, no todo van a ser malas noticias.

Además del nombre, el chochín tiene un aspecto y un comportamiento singular, os invito a conocerlo, a través de este enlace y en directo en el Botánico.

La foto de la entrada es una gentileza de José Márquez y está tomada en el Jardín Botánico de Córdoba.

1 Irby en The Ornithology of the Straits of Gibraltar señala dos nombres en castallano para la especie, ratilla y cucito, creo que la traducción correcta sería cuquito, el diminutivo de cuco por su parecido al cuco hembra y joven. 

2 Diccionario de Nombres Vernáculos de las Aves, Francisco Bernis. Gran parte de los datos de esta entrada están sacados de este libro.


No hay comentarios: