El ser uno de los pájaros más chiquitillos de la Península Ibérica le ha supuesto al Cisticola juncidis que se ironice sobre su tamaño. En las Marismas del Guadalquivir se le conoce como tumbarcos, probablemente por su costumbre de posarse en navíos semienterrados en la arena. Más exagerado aún (para que luego digan de los andaluces) es el término esclafamuntanyes, revienta montañas, como se conoce en algunas zonas de Valencia. A veces, la sátira ha llevado a compararlo con animales grandotes y en Andalucía se le conoce como torito, bueycito, güeicito o el que hasta hace poco era su nombre oficial en Castellano, buitrón 1. Ahora el oficial es cisticola buitrón, seguro que en la decisión ha tomado parte más de un esaborio.
Tal vez si nos hubiéramos fijado más en su biología en vez de su talla, sepa Dios porque complejos, quizás este ave tendría otro nombre. Porque lo más sorprendente de este animal no es tanto su longitud, ya que varias aves comparten con él parecidas dimensiones como es el chochín o las diferentes especies de reyezuelos y mosquiteros, sino su particular forma de construir el nido. Este ave construye el nido "agrupando y entrecruzando hierbas y plantas palustres, y otras gramíneas para formar con ellas vivas, lo que pudiéramos considerar como un soporte a una altura que varía, pero que muy a menudo no es superior a 30-40 cm. del suelo. Las hierbas están entrelazadas también con hilos extraídos de los capullos donde las arañas ponen los huevos, que pasan a través de algunas hierbas a las que previamente han hecho un agujero con el pico. Como las telarañas son adherentes, pronto queda hecha una sólida estructura que la hembra y a veces el macho, completan con fibras vegetales ligadas interior y exteriormente con telas de araña. En el fondo del nido, muy espeso, hay además fragmentos de hierbas secas, tallos y hojas de carrizo. Sobre esta capa vegetal la hembra acumula otra de inflorescencias secas de Phragmites e incluso de plumón de Sauce. Una vez terminado tiene casi la forma de una «bota de vino» o de frasco ovoidal con el centro de la base muy ensanchado. Es realmente pequeño, no sobrepasando su altura los 15 cm. ni su anchura 6 cm. Los primeros que se ven en marzo y abril son construidos en la parte alta de la vegetación y las hierbas y plantas que continúan creciendo pronto los ocultan completamente. Nadie piensa entonces que aquella masa blanquecina de telarañas y hierba pueda ser el nido de un pájaro. La entrada está normalmente en la parte superior y situada un poco lateralmente, no teniendo el nido una verticalidad total, sujetándolo los pájaros ligeramente inclinado para evitar que el viento y la lluvia causen daños en el interior. La operación de construir el nido dura entre 8 y 10 días." 2
No sé si para el próximo cambio de nombre se realizará algún tipo de consulta, pero por si acaso yo propongo el mío: pájaro araña o aún más emocionante, Spider bird.
Quien desee ver al buitrecito puede buscarlo o bien en los Sotos de la Albolafia en su margen izquierda o en los campos de trigo que bordean nuestro río. La mejor época es en primavera que es cuando suele verse botando en el cielo mientras emite su reclamo: "chip, chip".
3 Foto de Juan Manuel Velasco
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