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miércoles, 15 de abril de 2009

El ruiseñor bastardo y el banquero



Cuentan que en las riberas de ríos y arroyos de Al-Ándalus existía un ruiseñor con largas alas y cola de golondrina. Dicen también que las plumas externas de la cola eran muy apreciadas porque tenían la capacidad de validar toda clase de vínculos que se pudieran establecer entre las personas. Así que pactos de amor y amistad eran rubricados con sus rectrices, que es como los ornitólogos llaman a estas plumas.
No crean ustedes que por ser apreciadas eran muy usadas, al contrario conscientes aquellas gentes de la fragilidad del amor y amistad; preferían cuidarse día a día antes que fijar pactos eternos.
Sólo las poetas y los poetas se arriesgaban a tales aventuras. Y buscaban, y buscaban entre la maleza las plumas mudadas; ya que ni por asomo se les pasaba por la cabeza arrebatárselas a los ruiseñores... Así son los poetas y las poetas.
Todo hubiera seguido igual a no ser que al cabo de años o quizás siglos, tan extraordinarias propiedades llegaron a oídos de Medicis y Botines; y al instante dedujeron que tales plumas serían geniales para hacer pagarés y otros inventos bancarios.
Como el afán de lucro no tiene hartazgo emprendieron intensas cacerías por el Sur peninsular. Se dice que miles de cadáveres mutilados de estas aves cubrían las orillas del Gran Río.
Y así hubiera acabado la historia a no ser por la intervención del “Azar y la Necesidad” que los salvó de una segura extinción. Primero volviéndolos esquivos y escondidizos, después haciendo que progresivamente sus rectrices se hicieran más pequeñas hasta desaparecer.
Como todo en está vida está relacionado, tales mutaciones produjeron un alarmante disminución del stock de plumas de ruiseñor, y como la avaricia de lucradores, no paraba de crecer, la demanda no pudo acomodarse a la oferta y cada vez se hacían pagarés con importes mayores, tan mayores que multiplicaban por no sé cuantos el valor de las cosas. Lo demás ya lo sabemos el estallido de la burbuja financiera, la crisis, rebeliones y desesperaciones...
¿Y qué pasó con nuestro ruiseñor? Como a todo subversivo se le calificó de bastardo, se convirtió en el único paseriforme europeo con diez plumas en su cola y se le obligó a andar oculto en la maleza buscando arañas, pulgones y otros invertebrados.
Así que cuando paseen por el Balcón del Guadalquivir en los días más fríos de enero, cuando carrizos y eneas se hayan mudos por el hielo, un fuerte “te vi, te vi, te vi” nos recuerda que este pajarillo sigue atento al acecho de especuladores y banqueros.

6 comentarios:

sahara deportes dijo...

una histora para pensar...

Que buenos recuerdos, me trae este blog, hola Diego Yo también soy de los antiguos, de aquellos niños que junto a Don Julio empezamos conociendo la naturaleza y poniendo nuestro grano para cambiar este mundo para mejor.
Hoy he recibido un correo de Joaquin donde me dice la existencia de este blog, me ha encantado y por supuesto me identifico con el tanto en recuerdos como en contenido.
Llevo tiempo sin dedicarle el tiempo que se merece la naturleza ,pero aún cuando paso porlos sitios donde soliamos ir, me fijo en los mismos detalles en los que nos fijabamos cuando eramos unos crios y buscabamos el nido del aguila culebrera o el de aguila real.


un abrazo para todos
Manolo Cazorla

sahara deportes dijo...

una pregunta Diego, hace tiempo vi un ave del tamaño de un cernicalo y forma parecida, cazaba insectos en la noches de verano estando posada de igual forma que una pequeña rapaz, y dando pequeñas vatidas de vez en cuando, como dato de dire que me recodaba un avion de guerra de la 1ª guerra mundial por que tenia dos circulos claraos debajo de las alas

Solo por curiosidad por que la mayoria de las aves que veo las reconozco pero esta se me escaba haber si tú o algien puedo desciframe el enigma

La zona en que es la falda de la sierra (Castillo de la Alfaida)

Anónimo dijo...

Manolo, me alegro saludarte y gracias por escribir. Y mostrar mi aprecio por tu lucha por el pueblos saharaui.

Por otra parte el bicho del que hablas es un chotocabras (en Córdoba lo conocen como zumaya, aunque habrá que ver los mencianos que nombrecito le pone).

un abrazo

Diego

Anónimo dijo...

¡¡Qué linda historia!! Y qué bien contada.

Gracias por enviar los enlaces y por mantener el blog.

Un abrazo

Cris

sahara deportes dijo...

Gracias por el nombre del bicho, pense que podia ser el Chotacabras pero creia que este pajaro era más de estar en el suelo y no volar tan alto

un abrazo y a ver cuando nos vemos
manolo

Ángel Zamora dijo...

Me ha encantado la historia. Qué buena forma de transmitir valores ecológicos. Saludos.