Y tú de quién eres

Esto es lo que tiene el mundo de los pájaros... A cualquiera le valdría con saber que es una gaviota y no un pato, como se oye por ahí. Para mí incluso, hace unos años, me hubiera bastado con identificarla como una gaviota sombría (Larus fuscus), pero a estas alturas este dato ya no me es suficiente porque sé que hay tres variaciones dentro de la especie (Larus f. fuscus, Larus f. intermedius y Larus f. graellsii). Es más, incluso hay expertos que en base a rasgos anatómicos, diferencias en la muda y las rutas migratorias, creen que la gaviota sombría (Larus fuscus graellsii/intermedius) y la gaviota báltica (Larus fuscus fuscus) son especies diferentes.

La gaviota sombría es un invernante habitual en la Península Ibérica, por contra la gaviota báltica es aquí considerada una rareza. Y dado al parecido entre ambas y las formas interemedias existentes, el Comité de Rarezas de la SEO sólo te da como válidas las citas de aquellas gaviotas bálticas que portan una anilla que certifique que el ejemplar nació en Suecia o en Finlandia. Sin embargo, la cuestión es más complicada, ya que en el Norte de Noruega hay colonias de bálticas. Así, si observamos una gaviota  anillada como pollo en una colonia pura (compuesta 100% por Larus f. fuscus) los ornitólogos noruegos te la dan por buena.

El día 30 de abril vimos junto al Puente Romano una gaviota que por el color y el código de la anilla sabemos que nació en Noruega, exactamente en Nordfugløy (Troms), que pronto cumplirá un año, que la distancia entre su lugar de nacimiento y Córdoba es de 3890 km y que ha sido observada también en Madrid y en Alcázar de San Juan; pero desconocemos su linaje porque la colonia donde nació es mixta, mitad de sombrías y mitad de bálticas. Tal vez, dentro de cuatro años cuando el ejemplar adquiera el plumaje de adulto haya más claridad en la determinación de la especie, mientras tanto habrá noches en las que me despierte sobresaltado con el soniquete de aquella canción que puso de moda los No me pises que llevo chanclas.